Kimetsu No Yaiba: El Tren Infinito. ¿Vale la pena?

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Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

El 22 de abril (este jueves), se estrenó en México Demon Slayer: El Tren Infinito (劇場版 「鬼 滅 の 刃」 無限 列車 編), la continuación directa y canónica del anime del 2019 producido por Ufotable. 

Esta cinta llegó a los cines japoneses el 16 de octubre del 2020. No pasó mucho tiempo para que El Tren Infinito superara a El Viaje de Chihiro y Your Name como la película de anime más taquillera de la historia. ¿Se ganó este título a pulso?

Hay que darle crédito a la obra de Studio Ghibli, e incluso a Your Name: Antes del estreno de Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen en cines, la originalidad y creatividad de la obra de Koyoharu Gotōge ya había cultivado una base de fanáticos que esperaban con ansias una secuela a lo que habían visto en el último episodio del anime; incluso, anterior a este, se había ganado una inmensa cantidad de lectores, quienes siguieron la edición impresa en la Shūkan Shōnen Jump hasta su final, el 15 de mayo del 2020. No por nada Kimetsu No Yaiba se encuentra en la lista de los mangas más vendidos del mundo. Tan solo en febrero de este año, contaba con 150 millones de copias en circulación. 

Fue gracias a estos elementos que El Tren Infinito consiguió un puesto tan privilegiado en una época en la que salir y reunirnos es casi tabú. ¿Recomiendo ver Mugen Ressha-hen? Sí.

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

Antes de Demon Slayer, la última película que vi en el cine fue Sonic the Hedgehog, hace más de un año. Después de eso, me negué a visitar las salas, por considerarlas un foco de contagio de Covid-19. ¿Recomiendo ir al cine a verla? Si ya te vacunaste o ya te contagiaste y curaste, adelante. Tú salud y la de tus seres queridos es lo primero, por lo que no le recomendaría a ningún amigo que no esté protegido contra el virus que salga a exponerse, y menos por una película que podrá ver después.

Hace más o menos un mes, yo me contagié por razones ajenas a mí. Cuando la enfermedad abandonó mi sistema, dejó tras de sí anticuerpos que me dieron el valor para ir a sentarme a una de las butacas de Cinépolis (la única empresa que tiene El Tren Infinito en México). De no haber sido así, quizá no lo habría hecho.

Ahora, ¿esta cinta se disfruta más en la pantalla grande? O, puesto en otras palabras, ¿deberías esperar a que llegue a plataformas de streaming como Netflix? No tengo un punto de comparación. Ciertos momentos del diseño sonoro y de la animación me hacen pensar que sí, la experiencia de Demon Slayer: El Tren del Infinito es varias veces superior si se le ve en gran formato. A fin de cuentas, fue pensada para ello. Basta con escuchar el choque entre las habilidades de los protagonistas y antagonistas con toda la fuerza de las bocinas de una sala de cine para entender que no será lo mismo en un celular, computadora o pantalla del hogar. Eso sí, la historia, lo que nos interesa, continuará siendo la misma. Estar en un cine es solo un añadido. 

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

Mugen Ressha-hen retoma la aventura de Tanjiro y Nezuko justo donde nos dejó la primera temporada del anime: los hermanos, acompañados por Zenitsu e Inosuke, están a punto de abordar un tren para encontrarse con Kyojuro Rengoku, el Pilar de las Llamas de la Compañía (o Cofradía, si nos guiamos por la versión subtitulada de Netflix) Cazademonios. Los reportes apuntan a que más de cuarenta personas han desaparecido dentro de aquel expreso, y todos los indicios señalan a que la culpa la tiene un demonio: Enmu, el Primer Menguante, una de las Doce Lunas de Muzan Kibutsuji, un villano que ya se nos presentó anteriormente.

Uno de los principales encantos de Kimetsu No Yaiba, que me cautivó desde el principio, se mantiene en esta cinta: Tanjiro es el personaje principal, sin embargo, eso no lo hace el más fuerte y mucho menos el elegido para acabar con cada amenaza en su camino. Aunque los reflectores sí apuntan hacia él, no duda en compartir el protagonismo con sus compañeros, a quienes necesita para enfrentar las amenazas. Los guerreros invencibles que en el último momento encuentran una fuerza especial en su interior para superar cualquier reto (cof, cof, Gokú; cof, cof, Naruto) están pasando de moda.

Así como Tanjiro es capaz de despertar nuevas habilidades y sorprendernos, sus  amigos y enemigos también tienen sus ases bajo la manga, por lo que las sorpresas no se hacen esperar en esta cinta (en especial si no has leído el manga; y aunque lo hayas hecho, te encantará lo que la magia de la animación puede hacer con los trazos de Gotōge sensei). 

También cabe añadir que no importa si has visto el anime o no, El Tren Infinito tiene lo necesario para enganchar a cualquiera. Puede ser una fabulosa puerta de entrada para aquellos que todavía no están seguros de si quieren ver el anime (claro, siempre y cuando no les importen los spoilers).

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

Otros animes nos han acostumbrado a las películas no canónicas, en las que si bien nuestros héroes crecen en personalidad y habilidades, una vez que volvemos a la línea narrativa oficial todo este avance desaparece. Es aquí donde Mugen Ressha-hen encuentra tanto su mayor virtud como su primera grieta: la cinta, al contar con más presupuesto, es un deleite visual que ataca con ferocidad tus sentidos. Tan solo la escena de apertura ya nos transporta a un mundo casi palpable, incluso más sorprendente que el que se nos presenta el anime. Y, al ser una cinta con una duración de dos horas, puede ir al ritmo que desee, para adaptar como mejor le parezca la obra original.

Lo que podrían haber sido seis episodios de una temporada, se convierten en un paseo emocional que, aunque majestuoso, no deja de sentirse como eso: un largo capítulo de algo más grande. A pesar de que la película cubre un arco y un poco más del manga, no logra quitarse el regusto episódico propio de una serie. El Tren Infinito no se escribió para ser película y se nota. Al final, me llegué a cuestionar si habrán tomado la decisión correcta al apresurarse a hacer una cinta de esta parte de la historia, sin esperar a un arco con mayor repercusión. ¿Quién sabe? Tal vez en un futuro veamos más películas del universo de Demon Slayer.

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

Es diferente entregarle a nuestra mente un largometraje de dos horas y una serie con capítulos de entre 20 y 30 minutos, así como no es lo mismo conocer a una persona en una cita de dos horas y en varios encuentros a lo largo de los días y las semanas: tanto los episodios como las reuniones espaciadas nos dan la sensación de que ha habido más oportunidad de crear un vínculo (o, como diría Kobeh, productor de LSM, FA, más lugar para el romance). Este viene a ser el segundo punto débil de El Tren Infinito: El tiempo en pantalla no alcanza para que caigamos enamorados de algunos de los momentos y personajes.

A continuación, toda la sección marcada en negritas contendrá spoilers de Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Te recomiendo que si quieres evitarlos, vayas hasta la parte en la que el texto ya no está resaltado: A pesar de que a Rengoku lo conocimos por un par de capítulos en el anime, ni allí ni en la película fueron suficientes para sentir un apego real hacia él. Dos horas no alcanzan para sufrir, al menos no de verdad, su derrota en el tercer acto de la cinta. Su relevancia en la historia de Tanjiro termina sintiéndose nula, sin importar que le ofrezca a nuestro protagonista una pista importante para continuar con su investigación sobre la Danza que su padre le dejó en legado. Considero que haber conocido a Rengoku durante varios episodios del anime habría ayudado a apreciarlo un poco más.

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

Las sorpresas no se hacen esperar en esta película, y el balance entre los momentos de calma y las impresionantes escenas de acción lograrán mantener tu atención cautiva durante los 117 minutos del excelente trabajo de Ufotable, estudio que hizo la elección correcta al combinar arte 3D, 2D y mantener la comedia de dibujos simples que caracteriza la obra de Koyoharu Gotōge. 

Ritmo. Esta es una de las claves de toda buena historia: mantener un ritmo constante y agradable al público garantizará parte del éxito de la cinta. A pesar de que El Tren Infinito cuenta con dos finales aparentes (esos momentos en los que crees que todo acabó, pero no es así), ninguno se siente innecesario ni forzado. Estos puntos de inflexión en la trama ayudan a crear una sensación de que todo puede pasar, forjando una tensión agradable que nos hace temer por los personajes. Cuando creemos que las cosas se dirigen hacia un punto de cierre, aparece un giro de tuerca para ponernos al filo del asiento. 

La inclusión de un segundo villano Akaza, el Tercer Creciente, favorece a la cinta, al mismo tiempo que opaca la participación de Enmu, el demonio de los sueños. La batalla entre Rengoku y Akaza es tan impactante y cuenta con un final tan devastador, que toda la primera parte de la película es relegada a un segundo plano, llegando a sentirse como un preámbulo para el plato fuerte.

Aunque, como dije, esta inclusión también juega a favor de El Tren Infinito. En cuanto los ojos de Akaza aparecen entre la nube de polvo dejada por el tren descarrilado, el temor vuelve a nosotros, advirtiendo que nuestros héroes deben enfrentarse a un enemigo más. Kimetsu No Yaiba nos reitera que en su universo todo puede pasar y que los villanos no siempre darán un descanso tras cada ardua pelea.

Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen. Ufotable. 2020.

En ocasiones, El Tren Infinito peca de querer manipular los sentimientos a través de la extensión innecesaria de ciertas escenas (spoiler: como la muerte de Rengoku, a quien le dio tiempo de soltar un monólogo de varios minutos para Tanjiro y los otros héroes a pesar de tener un agujero del diámetro de un brazo en el pecho) y la inclusión de una banda sonora melancólica que, a modo de letrero de estudio de televisión, nos indica el momento exacto en el que tenemos que sentir tristeza. Este recurso, bastante utilizado en el cine, puede romper la magia de un momento cuando el espectador lo nota.

Sin conocer la historia, esta es una cinta que se puede apreciar solo por su gran calidad artística. Los colores y formas, los sonidos y ángulos, otorgan una personalidad propia a cada una de las habilidades de nuestros protagonistas: desde las llamas de Nezuko hasta los relámpagos de Zenitsu, ninguna escena de acción te dejará indiferente.

Con pecados y aciertos, El Tren Infinito pone la vara bastante alta para la adaptación de los tomos faltantes del manga de Gotōge sensei. Comedia, acción y grandes reflexiones, una banda sonora emocionante y acertadas decisiones técnicas y artísticas, constituyen Kimetsu No Yaiba: Mugen Ressha-hen, una entrega que no te puedes perder.

¿Se ganó a pulso su título como película de anime más taquillera? Sí. Vaya que sí.Si quieres saber más sobre Demon Slayer, checa nuestra nota sobre el anime haciendo click aquí.

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